Marqués del Turia | fos Studio.

Located in one of the first skyscrapers in Spain, in the emblematic expansion area of Valencia, this home offers an impressive panoramic view from its rooftop, where the most iconic points of the city can be appreciated. Built in 1960 and representing the International Style, the challenge of the interior renovation was to preserve the mid-century spirit of the building while adapting it to contemporary needs. 

With an area of approximately 150 m², the apartment is located on a corner, which gives the room with the best orientation an irregular shape. This particularity, along with the robust pillars that form two very marked axes within the space, influenced the overall layout. To honor the heritage of the Modern Movement, the decision was made to expose the structure, revealing the large-section reinforced concrete pillars that, with a subtle brutalist touch, bring great expressiveness to the home. 

Following the philosophy of Miguel Milá, who stated that his design was “purist, rationalist, with contained aestheticism, aiming to improve what is already present,” this is what we aimed to convey in this home. The rest of the house was designed in neutral tones to enhance the character provided by the exposed pillars, stripping it of any unnecessary ornamentation. 

The family, consisting of two adults and three children, required that all the bedrooms be located on one of the main facades, leaving the day zone on the corner facade. Additionally, the kitchen had to be an independent yet versatile space, facilitating communication with the rest of the home. To achieve this, a kitchen was designed to act as a filter between the entrance and the living area, with two pairs of sliding glass doors framed in oak wood. These doors connect the hallway with the living-dining room, allowing smooth circulation when open and ensuring the kitchen’s independence when closed. This solution not only allows for fluid circulation but also floods the hallway with natural light, which had previously been a dark area. 

The kitchen design includes a large island with a custom-made table, organizing the space and hiding the appliances behind oak wood panels, just like the rest of the home. In the hallway, another oak wood panel hides a wardrobe and laundry area. The latter has been integrated here to maximize space usage, as it was a small annex that protruded from the general floor plan of the house. The curve of the entrance guides us towards the hallway and, thus, the night zone, in a more organic manner to avoid a sharp corner in such a small space and to soften circulation once entering the home. 

The hallway continues behind the kitchen through another oak wood paneling to maintain aesthetic coherence with all the carpentry throughout the house, which runs through all the rooms, with floor-to-ceiling doors, until reaching the living room, which is accessed through a pivoting door with the same characteristics as the kitchen doors, bringing natural light to the entire hallway. 

In the master bedroom, once again, wood takes center stage, as a headboard with built-in storage, custom-designed along with the cantilevered nightstands, creates a visual continuity leading to the walk-in closet. The latter is also designed with oak wood paneling until reaching a custom-designed slatted sliding door, which conceals the en-suite bathroom. 

The master bathroom is presented as a monochromatic sanctuary in beige tones, with ambient lighting, aiming to convey the serenity and well-being reminiscent of a spa. 

In the children’s bathroom, we wanted to maintain the sobriety of the rest of the house while adding a splash of color to make it more attractive to them. We were inspired by the green color of the mosaic that covers the balcony facades of the building. 

[ES]

Ubicada en uno de los primeros rascacielos de España, en el emblemático ensanche de Valencia, esta vivienda ofrece una vista panorámica impresionante desde su azotea, donde se pueden apreciar los puntos más icónicos de la ciudad. Construido en 1960 y representando el estilo internacional, el desafío de la reforma interior fue preservar el espíritu mid-century del edificio mientras se adaptaba a las necesidades contemporáneas. 

Con una superficie de aproximadamente 150 m², el piso se sitúa en chaflán, lo que otorga a la estancia con mejor orientación una forma irregular. Esta particularidad, junto con los robustos pilares que configuran dos ejes muy marcados dentro del espacio, condicionó la distribución general. Para rendir homenaje a la herencia del Movimiento Moderno, se optó por desnudar la estructura, dejando al descubierto los pilares de 

hormigón armado de gran sección que, con un sutil guiño brutalista, aportan una gran expresividad a la vivienda. 

Siguiendo la filosofía de Miguel Milá, quien afirmaba que su diseño era “purista, racionalista, de esteticismo contenido, que intenta mejorar lo ya presente”, eso es lo que queríamos plasmar en esta vivienda. El resto de la vivienda la proyectamos en tonos neutros para potenciar el carácter que otorgan los pilares vistos, despojándola de cualquier ornamentación innecesaria. 

La familia, compuesta por dos adultos y tres niños, requería que todas las habitaciones se ubicaran en una de las fachadas principales, dejando la zona de día en la fachada del chaflán. Además, la cocina debía ser un espacio independiente, pero versátil, que facilitara la comunicación con el resto de la vivienda. Para lograrlo, se diseñó una cocina que actúa como un filtro entre el acceso y la zona de día, con dos pares de puertas correderas de vidrio enmarcadas en madera de roble. Estas puertas conectan el recibidor con el salón comedor, permitiendo la circulación fluida cuando están abiertas y garantizando independencia de la cocina cuando se cierran. Esta solución no solo permite una circulación fluida, sino que también inunda de luz natural el recibidor, que anteriormente era un área en penumbra. 

El diseño de la cocina incluye una gran isla con mesa a medida, que organiza el espacio y oculta los electrodomésticos tras panelados de madera de roble como el resto de la vivienda. En el recibidor, otro panelado de madera de roble esconde un armario y el lavadero. Éste último se ha integrado aquí para maximizar el uso del espacio, dado que era un anexo pequeño que sobresalía de la planta general de la vivienda. La curva de la entrada, nos guía hacia el pasillo y, por tanto, hacía la zona de noche, de una manera más orgánica, para evitar una esquina tan brusca en un espacio tan pequeño y suavizar 

así la circulación, una vez se accede a la vivienda. El pasillo continúa detrás de la cocina a través de otro panelado de madera de roble para mantener la coherencia estética con toda la carpintería de la vivienda, que recorre todas las habitaciones, con puertas de suelo a techo, hasta llegar al salón al que se accede a través de una puerta pivotante con las mismas características que las de la cocina, lo que aporta luz natural a todo el pasillo. En el dormitorio principal, de nuevo la protagonista es la madera, ya que un cabecero 

con almacenamiento interior, diseñado a medida junto con las mesitas de noche en cantiléver, crean una continuidad visual hasta llegar al vestidor. Éste último también configurado con panelados de madera de roble hasta llegar a una puerta corredera alistonada, diseñada a medida, que oculta el baño en suite. 

El baño principal se presenta como un refugio monocolor en tonos beige con iluminación ambiental queriendo transmitir la serenidad y bienestar que nos evoca un spa. 

En el baño de los niños, queríamos que se mantuviera esta sobriedad del resto de la casa pero aportando un punto de color que lo hiciera más atractivo para ellos, y nos inspiramos en el color verde del mosaico que reviste la fachada de los balcones del edificio. 

Photography: Germán Saiz