Onze House

Framing the views and building the shadow. The project necessarily responds to the topographic and morphological conditions of the site, but above all seeks to build a sequence of spaces from the interior to the exterior where the inhabitant feels the occupant in the landscape while being in a shelter built to his scale and for his comfort. 

The site, next to the Mediterranean waterfront, has exceptional visual conditions, despite its long shape (the property consists of two plots joined by the narrow headwall), which a priori makes it difficult to provide views to all the rooms. Given the height of the neighbor buildings, the project unfolds itself like a fan and opens on the diagonal, multiplying the facade and the frontal views. 

The diagonality of the project, and the length of the site, counters to the final construction taking into extremely long proportions, unlike those of the adjoining buildings. Using the slope of the site, the project chooses to articulate the construction in three different volumes that adapt to the terrain and generate a game of volumes (and shadows) that allows the perception of the building as a succession of autonomous bodies resting on a steeply sloping terrain. The three bodies are supported by a continuous, opaque wall, which builds the two facades without views (and with future neighbors) of the property, ensuring privacy, and structuring the internal uses in the form of a comb. The interior spaces adapt to the site as a succession of concatenated and continuous spaces that are scaled according to their use, and that are organized around the two main spaces of the house: a backyard, protected, attached to the vertical core, and the living room with the large front terrace, open to the sea. 

Building shade is a priority. The proposal generates a double skin in the front that opens to the views, generating exterior shaded spaces in continuity with the interior spaces. The geometry of the interior skin, made of glass, is independent of the exterior, generating living spaces in this threshold. These spaces are visual extensions of the interior space (the sliding doors can be opened in their entirety) despite being, by scale and form, spaces of their own. The outer skin is extremely permeable to the view despite being voluntarily a solid and dense element. 

The envelope of the house is made of “mares”, the local stone par excellence. It wants to be solid, thick, heavy, abstract and geometric. And, also, with a lot of thermal inertia. Constructively, it is a high-mass finish (25cm thick), placed entirely by a single operator -Joan-, and according to a metric that is specific to the material and with applied knowledge of its particular geometry. 

The pavement, with similar tone to “mares”, gives unity to the construction. The exterior terraces form platforms on which the three bodies lean, and rest on the site. The actual soil appears with its vegetation at the limits of the platforms; the vegetation will blur the orthogonal boundaries of the platforms and build new limits (physical and visual) to the property. The house is a carved out stone geometry within a 'sea' of local vegetation. 

[ES]

Enmarcar las vistas y construir la sombra. El proyecto responde necesariamente a las condiciones topográficas y morfológicas del terreno, pero sobre todo busca construir una secuencia de espacios desde el interior hacia el exterior donde el ocupante pueda sentirse en el paisaje desde un refugio construido a su escala y para su confort. 

El terreno, próximo al mar, tiene condiciones visuales privilegiadas, a pesar de su forma alargada (la propiedad son dos parcelas unidas por el testero estrecho), dificulta a priori dotar de vistas a todas las estancias. Dada la altura de las construcciones vecinas, el proyecto aposta por desplegarse como un abanico y abrirse sobre la diagonal, multiplicando así la fachada y los frentes con vista. 

El desdoblamiento del proyecto en diagonal, y dada la longitud del terreno, la construcción final adquiere unas proporciones extremadamente largas, muy diferentes a las de las edificaciones contiguas. Aprovechando el propio desnivel del terreno, el proyecto opta por articular la construcción en tres volúmenes diferentes que se adaptan al terreno y que generan un juego de volúmenes (y sombras) que permite la percepción de la construcción como una sucesión de cuerpos autónomos que descansan sobre un terreno sensiblemente inclinado. Los tres cuerpos se apoyan en un muro continuo, opaco, que construye las dos fachadas sin vistas (y con futuros vecinos) de la propiedad, asegurando la privacidad, y estructurando los usos internos en forma de pinta. En el interior, la adaptación al terreno se articula como una sucesión de espacios concatenados y continuos que se van escalando según su uso, y que comunican los dos espacios protagonistas de la casa: un patio trasero, protegido, con el núcleo vertical, y la sala con la gran terraza frontal, abierta al mar. 

La construcción de la sombra es prioridad del proyecto. La propuesta genera una doble piel en el frontal que se abre a las vistas, generando espacios exteriores de sombra en continuidad con el espacio interior. La geometría de la piel interior, de cristal, es independiente de la exterior, generando espacios de estancia en este umbral. Son extensiones visuales del espacio interior (las puertas correderas pueden abrirse en su totalidad) a pesar de ser, por escala y forma, espacios propios. La piel exterior es extremadamente permeable a la vista a pesar de ser voluntariamente un elemento sólido y denso. 

La envolvente de la casa es de Marés, piedra local por antonomasia. Quiere ser sólida, gruesa, pesada; abstracta, y geométrica. Y, además, con mucha inercia térmica. Constructivamente, es un acabado de mucha masa (25cm de grueso), colocado enteramente por un solo operario - Joan-, y según una métrica propia del material y con conocimientos aplicados sobre la geometría en particular. 

El pavimento, de tonalidades similares al Marés, busca dar unidad a la construcción. Las terrazas exteriores conforman las plataformas sobre las que se apoyan los tres cuerpos, y descansan sobre el terreno, que aparece con su vegetación en los límites de las plataformas. La vegetación difuminará los límites ortogonales y construirá nuevos límites (físicos y visuales) a la propiedad. La casa es una macla de piedra tallada dentro de un 'mar' de vegetación autóctona. 

Architecture Firm: Clara Solà-Morales + Eduardo Cadaval 

Technical architect: Mus & Segui 

Structural Engineer: Manel Fernández (Bernuz-Fernández Arquitectes) 

Facilities Engineer: Joan Segui (M7 Enginyers) 

Photography: Sandra Pereznieto (https://pereznieto.com/)